| POR NEFTALÍ RUIZ |
| 20 DE SEP 2011 12:00 AM |
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Hay una fiebre de fútbol en el país. El proceso de masificación de la disciplina ha tomado un giro positivo con el surgimiento de decenas de escuelas, torneos colegiales, mayor nivel del equipo nacional y un fanatismo extremo por equipos europeos.
Estos elementos se han unido para provocar que niños desde los tres años puedan patear un balón al ras del suelo mientras su cabeza mira hacia el frente. Es el nacimiento de una generación que ya se entrena sin usar las manos.
La ciudad capital respira futbol cada tarde en las diversas escuelas especializadas y los sábados en la mañana niños patean balones tanto en Cristo Rey como en el Centro Olímpico o en Bella Vista y eso se amplía en la tarde, cuando muchos adultos se juntan en peñas y grupos improvisados en restaurantes, bares y hasta colmadones para seguir las ligas profesionales de Europa.
Los inmigrantes y los medios han influenciado a los criollos que se desviven con las gambetas de Lionel Messi y adulan los colores de los españoles Barcelona y Real Madrid, o el Inter italiano, así como las principales selecciones del mundo desde la “roja” España a la “verdeamarela” Brasil. El fútbol es uno de siete deportes curriculares del ministerio de educación y en el torneo de la Liga Deportiva Intercolegial participan 30 colegios con entre 70 y 80 equipos de diversas categorías de varones y hembras. “En los colegios se está jugando fútbol en los recreos y entre ellos organizan copa, además de eventos nacionales patrocinados por casas comerciales como la Copa Coca Cola, para citar un ejemplo”, explica el profesor Ángel Miranda, director técnico de la Federación Dominicana de Fútbol y organizador de la Liga Intercolegial Deportiva. Entre los colegios que son asiduos participantes y organizadores de eventos se cuentan: Calasanz, Saint George, La Salle, Loyola, Luis Muñoz Rivera, Carol Morgan y Saint Thomas.
Una generación dominicana está recibiendo iniciación deportiva por vía de esta disciplina, considerada la más popular del planeta, pero que fue relegada a un plano secundario en un país donde domina el béisbol con el baloncesto en un lejano segundo lugar entre los jóvenes. Además de los colegios, la semilla ha sido plantada por escuelas como las “Jorge Rolando Bauer”, “Campascasio”, “La Meca del Fútbol”, “Casa de España” “Iván Brugal”, “Gringo” “Quispe Mendoza” y “Carlos Demilio”, junto a las del sistema salesiano.
Las historias heroicas no faltan en este crecimiento del fútbol. Francisco Mota es un técnico mexicano que ha sembrado esta disciplina en decenas de parajes de Villa Altagracia mediante un programa auspiciado por Visión Mundial.
El entrenador tiene más de siete años con el proyecto. Este trabajador social, cuya vocación raya en sacerdocio, aprovecha en futbol para enseñar manualidades a los niños de estos pueblos olvidados, pese a su cercanía con la capital. “Estamos satisfecho con los resultados. Vienen por el fútbol pero aprenden las manualidades”, dijo Mota, quien recorre cada tarde los caminos hacia las escuelas que ha fundado en los Bateyes, kilómetros 24 y 44 y otros puntos de la provincia.
La meca: más que una escuela
La Meca del Fútbol es una de las escuelas de alta matrícula con que cuenta el balompié dominicano. Desde los tres años en adelante, los niños reciben la oportunidad de aprender en serio a hacer que el balón obedezca a sus pies. Jonathan Cabral decidió fundar el centro hace cinco años, tras ser director de deportes del colegio Saint Thomas durante 10 primaveras. “Nuestro primer objetivo es conseguir a los jóvenes un futuro profesional vía el fútbol, mediante becas en centro nacionales y en el exterior”, explicó Cabral. “Para algunos será un hobbie, eso sí, para toda la vida”, agregó. La disciplina se hace notar desde la entrada de la pista y cancha de calentamiento del estadio Olímpico Félix Sánchez, donde opera la escuela los jueves en la tarde y sábados en la mañana.
Cabral creció en el fútbol y su fanatismo provoca que el uniforme de la escuela lleve las barras azules con negro del Inter, del Calcio Italiano. “Para eventos internacionales, usamos los colores de la bandera nacional”, aclara el joven entrenador. En la Meca también trabajan con el talento femenino. Jilliam Muñoz es unas de las promesas de la selección de mujeres y ya sobresale en el nivel sub-17.
Pero la talentosa delantera se fue a los Estados Unidos a hacer el 4to de la secundaria para buscar una beca universitaria. “La han visto varias universidades y ha gustado. Es casi seguro que va a jugar al más alto nivel”, explica orgulloso. Otro de sus favoritos es Steven Roedán, un talentoso goleador de 13 años que ha sido llamado para hacer el equipo nacional sub-17. “Sus huesos aún no están para jugar en esa categoría, vamos a esperar”.
Bauger: La sociedad es un equipo
Jorge Rolando Bauger ha sido un forjador de talentos que ha trabajado en el país por más de 25 años, al tiempo que ha narrado para los dominicanos los grandes momentos del fútbol internacional. La escuela que lleva su nombre tiene una matrícula cercana a los 500 jugadores en varias tanda. Este trabajador del fútbol defiende este deporte como opción para crear buenos ciudadanos. “Practicar este deporte implica respetar las reglas, los árbitros y los entrenadores.
Podemos educar desde una cancha de fútbol e inculcar disciplina en niños y jóvenes”, expresó Bauger, quien enseña esta disciplina junto a su hijo Jorge Allen en los terrenos de la Universidad Pedro Henríquez Ureña. “Recomiendo el deporte en equipo porque enseña a dejar a un lado el pensamiento individual y la sociedad necesita que pensemos en equipo, porque la sociedad es un equipo”, opinó.
Padre e hijo han dirigido selecciones nacionales, don Rolando en superior y Allen en juvenil. Además, su escuela ha forjado talentos que sobresalen en playas extranjeras y en equipo dominicano de mayores. Gonzalo Freschilla juega en la universidad de Maryland, uno de los recintos que mandan en el sistema de la NCAA.
Kevin Almosmy milita en Argentina, con la sección juvenil del equipo Tigre y Ernesto Jiménez estudia y juega en la universidad de San Diego. Aunque fue iniciado en su natal Moca, el estelar delantero de la selección Jhonatan Faña pasó por por la escuela Bauger en su periplo hacia el profesionalismo, donde sobresale con el equipo Puerto Rico Islander, al tiempo que es el alma anotadora de la selección criolla.
Los equipos de impacto
A nivel nacional
La escuela Bauger y el Barcelona son dos de los conjuntos que han competido con fiereza en el patio. El pasado fin de semana Bauger se impuso en penaltis a sus rivales tras un empate 1-1 para ganar la primera división.
Los internacionales
Los gigantes de España Real Madrid y el Barcelona se quedan con las tajadas grandes en la repartición del público atento a los acontecimientos mundiales. Los italianos Inter, Milan y el inglés Manchester U también son seguidos.
