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La historia de Yunisleidi, aquella dominicana que jugaba besibol


Washington Cucurto es escritor y poeta. Aunque su nombre real es Santiago Vega, él prefiere que lo llamen simplemente "Cucu". Su obra siempre recurre a las minorías y a los marginales y entre sus publicaciones se destacan Cosa de negros (2003) y Las aventuras del señor maíz (2005). Además creó Eloisa Cartonera, una editorial que publica libros de autores inéditos latinoamericanos, realizados con cartón. Actualmente está terminando una biografía de Don Ramón, personaje del Chavo del 8.

Su historia:

Me encontré con la República Dominicana de casualidad. Como esos actos, esas borracheras, esos encares innecesarios al pasar una mano por debajo de una falda cuando la música ni terminaba. Esas cosas que el monstruo hace y que, pasado el tiempo, o te arrepentís o no aprendiste nada. Yo soy de eso que no aprendieron nada. Un perro llorón discepoliano. Tampoco hay que dramatizar, la Republica Dominicana me sucedió y chau.El béisbol en RD es pasión a su máxima expresiónMe pasó en la calle, una dominicana me preguntó dónde quedaba Talcahuano y así se soltó el monstruo dominicano que vive en mí.El país dominicano que, yo imagino, dista muchísimo del real. Esto es normal, porque no conozco nada de República Dominicana, ni sus calles, ni uno solo de sus barrios, jamás pude bailar con gracia (cada vez que bailo parezco un desgraciado) y ni siquiera me interesé jamás de ver fotos por Internet.En definitiva: Dominicana vive solo en mi cabeza y en mi corazón.Yo les hago una pregunta a ustedes: ¿Qué cosa soñada o imaginada se aproxima, minimísimamente a la realidad? Pos, ni unita.Sin embargo, en más de una oportunidad, en días oscuros, me siento dominicano. Uno de esos días, es hoy.Dada esta mínima acotación sexivivencial, vamos al tema: el béisbol o la pelota dominicana.Lo primero que me llama la atención de los equipos de béisbol dominicanos son sus nombres. Por ejemplo, los Pollos del Cibao; ¡qué gran nombre!Y qué me dicen ustedes de, Los Azucareros del Este; ¡qué inspiración! Parece un verso de Whitman.Los Leones del Escogido; meten miedo...Mucho mejor que River Plate o Boca Juniors. No más que Chacarita Juniors y están casi a la altura del nombre mas lindo que oí de un equipo de fútbol: Ferrocarril Oeste.Y aunque muchos de ustedes piensen que escribo esto borracho de cerveza alemana, tienen toda la razón. Pero eso no los acredita a desacreditarme.No sólo los nombres son el único parecido que el béisbol dominicano tiene con el fútbol argentino. También está la pasión popular, "la fanaticada", pero sin la hermitañez de los "holligans". La música popular remixada o revisitada en los cantitos futbolísticos, la inmigración de figuras a las ligas yanquis, como pequeños los cracks sudamericanos que se van directo sin escalas al Real Madrid o al Barcelona. Y acá meto un pequeño comentario: Las Águilas son mucho mejores que los Yanquis.Y las comparaciones son muchas, pero a nivel popular toda la imaginería del béisbol es igual a la del fútbol rioplantese.Es que todo pelotero dominicano es un hincha tapado y no lo sabe y viceversaPara encuesta, fijensé que la mayoría de dominicanos que viven en Argentina son de los Pollos del Cibao y de Boca Juniors y esto no es casualidad, señores. Por favor, no caigamos en la idea burguesa de que el amor popular, las ganas de bailar o comerse un choripán las hacen el marketing y los medios de comunicación. ¡Si el choripán existe desde mucho antes que el diario Clarín!Esto es sociología marxista y no sicoanalisis deleuziano: ¿de qué otro cuadro podría ser un dominicano béisbolero, sino de Boca Juniors? ¿De River? ¡¡ imposible!! ¿De Rácing? ¡¡Menos!! Rácing es sólo para ciertos espíritus nostálgicos suburbanos.Para no ponerme radical con el tema, diré que jugar béisbol es una de las cosas mas lindas que te pueden pasar en la vida. Imagínenese: el lugar donde se juega se llama diamante.En fin, todo esto es para decir que yo jugué béisbol: una vez, una dominicana, que estaba más fuerte que aliento de mapuche, más resfalosa que teléfono de carnicero, indestructible como bandera de lata. Se llamaba Yunisleidi y me invitó a tomar cerveza y a comer arroz con pollo.• ...Y después jugamos, béisbol, ¿eh? Así te hacés fan de Los Pollos del Cibao. Eso es lo más, argentinucho."Chechecheche", chistando, chevescamente, se desapareció moviendo el culo hasta el día del encuentro.Yo no le creía nada, pero fui, que eso me pasa siempre... No creo pero ahí voy y... ¡ahí estaba ella, con la comida y el bate de béisbol!Con la zapán llena salimos al pasillo del yotibenco, con dos pelotitas pesaduchas, casi metálicas y un palo de amasar en forma de bate de béisbol.• ¡A qué te me recibes de Juancito Marichal, picher namber guan de las ligas yanquis, y que llegó al Salón de la Fama de Cooperstown!Me quedé pensando en la última palabra que dijo. Yunisleidi, se me adelantó, "dicen que ahí se inventó el béisbol, es un pueblito de Nueva York".(Luego les contaré como me convertí en un gran picher).Pd: Actualmente hay seis equipos de béisbol dominicano profesional: los Leones del Escogido, los Tigres del Licey, las Aguilas Cibaeñas, las Estrellas Orientales, los Gigantes (Pollos) del Cibao y los Azucareros del Este.

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