América Latina y África refuerzan el fútbol suizo
http://www.swissinfo.ch/spa/deporte/America_Latina_y_Africa_refuerzan_el_futbol_suizo.html?cid=829382
En Suiza el contingente mayoritario continúa siendo el europeo -italianos y franceses son mayoría- pero es importante además la participación africana y latinoamericana.
Mezcla de perfiles, estilos y culturas deportivas que rompe fronteras y enriquece la realidad en los terrenos de fútbol. Y convoca más espectadores. Varios son los jugadores de esos dos continentes que se han convertido en referentes para los aficionados de la 'Axpo Super League'.
Los diez equipos que animan la máxima competición helvética cuentan con importantes refuerzos en sus filas originarios de África o Latinoamérica.
En torno a 25 jugadores de los principales planteles provienen de una decena de países de África: Malí, Nigeria, Camerún, Túnez, Ghana, Senegal. Costa de Marfil, Benín, Angola, Congo y Marruecos. Y una quincena de futbolistas proceden de seis países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, República Dominicana, Colombia y Costa Rica.
África, bien representada
"Hace 9 años que estoy en Europa. Primero en Bélgica, luego en Francia y ahora en Suiza. Y me siento bien adaptado a la lógica y a la organización deportiva helvética", enfatiza Gilles Yapi en diálogo con swissinfo.ch.
Destacado mediocampista de Young Boys de Berna (YB) de 27 años, muy querido por los seguidores, Yapi es una de las atracciones del equipo capitalino, junto con el delantero estrella Seydou Doumbia – máximo goleador la temporada pasada-, ambos originarios de Costa de Marfil.
"Me gusta la vida en Suiza, estoy muy cómodo. Claro que el día a día diario no es exactamente igual a los otros países europeos donde estuve antes. Es un país muy rico pero donde se vive con calma. Diferente, por ejemplo, a Francia y en particular a París, donde el estrés define la vida cotidiana".
Yapi es consciente que los jugadores que vienen de África y América Latina aportan un plus al futbol suizo. Y lo entiende como parte de una lógica profesional coherente. "Si jugamos es porque lo merecemos. Nadie regala nada en el campo profesional. Pienso que aportamos algo diferente. Y es importante que lo hagamos. Ese es el objetivo por el que estamos aquí y por el que nos contratan", sostiene.
"Cuando la gente lo reconoce y nos lo comunica. Nos hace sentir bien y orgullosos de nuestra presencia en la vida deportiva nacional", indica.
Mucho se habla de Suiza como "trampolín de promoción", y puerta de entrada hacia otros clubes y campeonatos de países europeos más reconocidos internacionalmente.
Para Yapi no hay misterio ni duda: "todo jugador, como cualquier ser humano, quiere progresar profesionalmente. Y si bien yo tengo muy claro de darlo todo por el Young Boys hasta el fin de mi contrato, no puedo negar que tengo siempre el sueño de poder jugar en otra liga que sea todavía más competitiva", admite.
Sin embargo, su reflexión no significa un menosprecio de su actual situación. "El fútbol helvético está progresando significativamente. Crece cada día. Su infraestructura deportiva es extraordinaria. Se va aproximando a otros campeonatos europeos. Prueba de ello la cantidad de jugadores suizos que juegan en las grandes ligas. Hay que darle todavía un poco de tiempo para que pueda seguir madurando", afirma.
En Suiza el contingente mayoritario continúa siendo el europeo -italianos y franceses son mayoría- pero es importante además la participación africana y latinoamericana.
Mezcla de perfiles, estilos y culturas deportivas que rompe fronteras y enriquece la realidad en los terrenos de fútbol. Y convoca más espectadores. Varios son los jugadores de esos dos continentes que se han convertido en referentes para los aficionados de la 'Axpo Super League'.
Los diez equipos que animan la máxima competición helvética cuentan con importantes refuerzos en sus filas originarios de África o Latinoamérica.
En torno a 25 jugadores de los principales planteles provienen de una decena de países de África: Malí, Nigeria, Camerún, Túnez, Ghana, Senegal. Costa de Marfil, Benín, Angola, Congo y Marruecos. Y una quincena de futbolistas proceden de seis países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, República Dominicana, Colombia y Costa Rica.
África, bien representada
"Hace 9 años que estoy en Europa. Primero en Bélgica, luego en Francia y ahora en Suiza. Y me siento bien adaptado a la lógica y a la organización deportiva helvética", enfatiza Gilles Yapi en diálogo con swissinfo.ch.
Destacado mediocampista de Young Boys de Berna (YB) de 27 años, muy querido por los seguidores, Yapi es una de las atracciones del equipo capitalino, junto con el delantero estrella Seydou Doumbia – máximo goleador la temporada pasada-, ambos originarios de Costa de Marfil.
"Me gusta la vida en Suiza, estoy muy cómodo. Claro que el día a día diario no es exactamente igual a los otros países europeos donde estuve antes. Es un país muy rico pero donde se vive con calma. Diferente, por ejemplo, a Francia y en particular a París, donde el estrés define la vida cotidiana".
Yapi es consciente que los jugadores que vienen de África y América Latina aportan un plus al futbol suizo. Y lo entiende como parte de una lógica profesional coherente. "Si jugamos es porque lo merecemos. Nadie regala nada en el campo profesional. Pienso que aportamos algo diferente. Y es importante que lo hagamos. Ese es el objetivo por el que estamos aquí y por el que nos contratan", sostiene.
"Cuando la gente lo reconoce y nos lo comunica. Nos hace sentir bien y orgullosos de nuestra presencia en la vida deportiva nacional", indica.
Mucho se habla de Suiza como "trampolín de promoción", y puerta de entrada hacia otros clubes y campeonatos de países europeos más reconocidos internacionalmente.
Para Yapi no hay misterio ni duda: "todo jugador, como cualquier ser humano, quiere progresar profesionalmente. Y si bien yo tengo muy claro de darlo todo por el Young Boys hasta el fin de mi contrato, no puedo negar que tengo siempre el sueño de poder jugar en otra liga que sea todavía más competitiva", admite.
Sin embargo, su reflexión no significa un menosprecio de su actual situación. "El fútbol helvético está progresando significativamente. Crece cada día. Su infraestructura deportiva es extraordinaria. Se va aproximando a otros campeonatos europeos. Prueba de ello la cantidad de jugadores suizos que juegan en las grandes ligas. Hay que darle todavía un poco de tiempo para que pueda seguir madurando", afirma.
1 comentario
de aqui hay
una baina bien
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